El sobreentrenamiento ocurre cuando se realiza más entrenamiento del que tu cuerpo puede recuperar, hasta el punto de que tu rendimiento disminuye y el riesgo de lesión aumenta.
Sobreentrenamiento y lesiones
Entrenar para las pruebas físicas es muy importante y necesario, pero hay que hacerlo en su justa medida y respetando los periodos de recuperación. Para que la capacidad física del opositor mejore es necesario que su cuerpo reciba estímulos creados por el entrenamiento y que durante el descanso y recuperación se adapte ante esos estímulos mejorando así la capacidad física. Para que el cuerpo se adapte ante esos estímulos, es necesario que sean los adecuados. Si hay poco estímulo, no se produce ninguna adaptación en el cuerpo. Sí el estímulo es demasiado alto y repetitivo, no le da tiempo al cuerpo a generar las adaptaciones necesarias y mejorar, además de tener más riesgo de lesión, aquí es cuando aparece el sobreentrenamiento.
Por eso, es importante saber el estímulo que necesita el cuerpo para mejorar sin llegar al sobreentrenamiento y si el que está generando el opositor es el adecuado.
Recuerda que para lograr esto es necesario que los entrenamientos sean de calidad, esto no quiere decir que nos pasemos entrenando. La frase de cuanto más, mejor no es aplicable al mundo del deporte.
Realizando sesiones de 45-60 min 3-4 veces por semana es más que suficiente para lograr mejorar físicamente. Señales como: dolor muscular continuo, bajada del sistema inmune, cansancio prolongado y cambios de humor. Son signos de que se está produciendo sobreentrenamiento y que debemos bajar la intensidad de nuestras sesiones.
Un punto muy fundamental que tiene que tener en cuenta un opositor a la hora de entrenar es el riesgo de lesión. Para nada se tiene que obsesionar con esto, pero tiene que tener cuidado. Durante el entrenamiento para evitar lesiones, tendrá que realizar un calentamiento adecuado, y en la parte específica del entrenamiento tendrá que ir progresivamente. Al final sería conveniente estirar o pasar el rodillo de espuma. Si no le da tiempo a estirar no pasa nada, lo puede hacer en cualquier otro momento del día.
En cuanto a la planificación, es relevante que sea adecuada al nivel del opositor y que aumente la dificultad gradualmente. Aquí las prisas son malas consejeras, no por ir más rápido vas a llegar antes a tus objetivos. Recuerda que una oposición es una carrera de fondo, ten paciencia. Al diseñar la planificación se debe respetar los periodos de descanso para que el oponente se recupere y le dé tiempo a su cuerpo para generar las adaptaciones necesarias para así mejorar.
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